¿Cómo lo lograste? Aprende a responder a esta incisiva pregunta
Hoy he decidido relanzar mis artículos otrora publicados en nuestro blog en el Huffpost Voces para reavivar la voz y nuestro objetivo de apoyar, fortalecer, orientar y motivar a gente real como yo – que contrario a las proliferadas campañas saturadas de mensajes directos y subliminales donde el físico, el artificio del ‘Photoshop’ y las cirugías estéticas – todos somos capaces de lograr lo que nos proponemos y hacer realidad nuestros sueños sin poseer ese físico “atractivo y seductor” estandarizado.
Publicado en Huffpost Voces del Huffington Post USA (Julio/2012)
Desde mi inicio como profesional regularmente esta es la primera pregunta que tanto conocidos como desconocidos me repiten una y otra vez. ¿Cómo lo lograste? ¿cómo lo conseguiste?, haciendo referencia a los logros tanto profesionales como personales. Y ustedes se preguntarán qué tiene de particular preguntas tan comunes como éstas, pero en mi caso estas interrogantes siempre han venido con un doble sentido relacionado con el físico.
Y es que la sociedad no acepta que personas “reales” como yo consoliden sus expectativas por el simple hecho de tener un físico diferente o una edad X. Hemos visto por décadas como a las mujeres de talla grande se les margina sólo por su apariencia y no se les valora sus talentos, su educación, su intelecto, personalidad y lo que muchos traemos desde el momento que llegamos a este mundo y que nadie puede robarnos “carisma”.
En mi caso antes de lograr mi diploma universitario esta pregunta tenía el objetivo de curiosear cómo conseguí tal o cual pareja. La gente no concibe que una persona de talla grande pueda conquistar un hombre atractivo, deportista o intelectual, cualidades que según los que juzgan contrarían con nuestra personalidad, personalidad que ellos han supuesto y que no se han dado a la tarea de escudriñar.
Ya en la etapa profesional siempre me he destacado en profesiones no tradicionales o por lo menos en carreras que algunos consideran exclusivas para personas con un perfil estético “estándar” o de una imagen determinada. Yo por ejemplo, he laborado exitosamente en varias ramas de la moda, editora de mi propia revista y directora asociada de una academia de modelaje. Más tarde, entré al mundo del servicio público obteniendo posiciones importantes cercanas al gobernador y la presidencia del senado. Como empresaria independiente he trabajado mano a mano con las celebridades más importantes del mundo de la música hispana así como del entretenimiento a nivel internacional.
Mientras, mi hermana Lizza Marie se ha destacado en la rama de la sociología así como portavoz de una de las marcas de lencería más reconocidas y respetadas a nivel nacional, consultora de imagen y estilos de vida, publicista así como comentarista de espectáculos siendo difundida a millones de televidentes en las principales cadenas de televisión hispana en Estados Unidos como CNN en español, entre otras.
“El destino ha sido un factor primordial que he sabido utilizar a mi favor para poder darme a conocer. Para muchos no es racional ver a una mujer de mi tipo hablando de temas de sensualidad en televisión internacional pero irónicamente ese físico me ha dado la credibilidad para prevalecer. La pasión y la entrega así como la igualdad son la llave para triunfar, porque las barreras son mentales”, aseguró Lizza a Chiquinquirá Delgado en una entrevista para la televisión internacional.
Pero, a la mano de cada éxito profesional o personal se incrementa la insistencia de la gente al cuestionamiento, ¿cómo lo lograste? Pues sencillo, a pesar que nos hemos enfrentado muchas vicisitudes que superamos con esfuerzo, valentía y el apoyo de mucha gente visionaria como nosotras, somos mujeres reales que no damos importancia al mundo banal teniendo la capacidad mental y profesional para fijarnos un objetivo y lograrlo, porque el ser exitoso no tiene nada que ver con el físico sino con la determinación, la pasión y la entrega que se le dan a las cosas en que queremos sobresalir.
Además, nos forjamos dentro de una familia fuerte en la que nuestra madre nos heredó el respeto por la igualdad. Siempre nos recalca que no importa el físico, el prestigio, el linaje, el dinero, la profesión, el color político, el color de piel, etc. nuestro prójimo está por encima de todo. “Tienen que tratar a todos por igual, sin diferencias”, pero además nos enseñó desde muy pequeñas a que debíamos ser las mejores en lo que escogieramos ser en la vida, que nunca nos diéramos por vencida. Quizás por eso para nosotras el físico lo vemos desenfocado pasando a ser un segundo plano a la hora de juzgar o dar la mano a los demás.
Les confieso que eso no quiere decir que debemos descuidarnos porque viviendo dentro de una dinastía de mujeres soy apasionada con las tendencias. Los modales y la educación siempre los tenemos presente pero para nosotros el ser humano nunca tendrá una forma estética establecida.
Parte de la respuesta a esa pregunta, que me repica día a día, es el que he sabido balancear mis capacidades para triunfar de acuerdo a mis expectativas. Soy fuerte, pujante, determinante, conozco el cómo conquistar y ser conquistada, y a pesar que tengo el estigma de ser mujer-hispana-madura-grande, conozco cómo demostrar mi interior primero que el físico, pero sobre todo actuar según mi propio lema, “la belleza ni el éxito tienen talla, ni límites”.
Hechizamos y seguimos con nuestra personalidad e intelecto. ¡Atrévete a ser tú misma! Esa es la receta perfecta para cosechar laureles… y cuando te encuentres a alguien que te pregunte: ¿Cómo lo lograste?, sólo responde: SIENDO YO MISMA, UNA PERSONA REAL Y SIN LÍMITES!
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