top of page

Eduardo Verástegui

Por Annietere R. Bonnet para Real Influencers

 

“¡Si me quitas a Dios, colapso!”, asegura el actor y cineasta mexicano.

 

El actor, cantante y cineasta Eduardo Verástegui ha dejado a todos boquiabiertos con su confesión que lleva más de una década en estricto celibato. Pero la castidad de Eduardo no es una noticia nueva ya que desde hace varios años el mexicano confesaba públicamente los inicios de esta vida célibe.

 

Verástegui, quien lucha para romper los estereotipos sobre los latinos en la industria del entretenimiento, fue una de las primeras personas que conocí cuando llegué a Miami a finales de 1999. Un hombre callado, formal, sencillo, trabajador y, porque no decirlo, guapísimo. Uno de los galanes más guapos que he conocido, creo que su atractivo no sólo viene de ese cuerpo esculpido cual figura griega y su piel morena adornada de unos ojazos verdes que hipnotizan, sino de su belleza interrior. Sin embargo, el actor desnuda su alma y confiesa, “¡Estaba encerrado en un Yo, Yo, Yo! Una burbuja donde lo que reinaba era la vanidad, la soberbia y el egoísmo. Mi ego me estaba matando”, dice el mexicano que hoy día ha cambiado el orgullo y la vanidad que le impuso el medio ambiente que lo redeaba por una vida con propósito y fidelidad a su fe católica.

 

Eduardo, de 40 años y natural de Xicotencatl-Tamaulipas, era según revela el descarriado de su familia, le decían el imposible. Lastimó a muchas mujeres porque pensaba que ser un verdadero hombre era actuar como el típico Don Juan, el Casanova, el seductor. Pensaba que para poder ser feliz tenía que convertirse en ese hombre estereotipado, sino sería un perdedor.

 

Sin embargo, llegó el día en que él hizo clic. Contestarse a sí mismo preguntas simples como ¿Por quién vives? ¿Por quién mueres? ¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Qué te motiva a levantarte? ¿Estas asumiendo las responsabilidades? ¿Eres parte del problema o de la solución?, lo llevó a reaccionar.

 

“Estaba en este medio no para servir sino para servirme”, dice. “Abrí los ojos y me di cuenta que el propósito verdadero era ayudar a los demás. Entonces, decidí convertirme en la mejor versión de mí mismo. Sanar las partes que estaban heridas, restaurar las partes que estaban destruidas… ese es un trabajo de todos los días, buscar la paz interior”, manifiesta el también modelo quien a sus 18 años abandonó los estudios en derecho para ir a la ciudad de México a lograr sus sueños en la actuación y la música.

 

Eduardo Verástegui es reconocido internacionalmente por su belleza física y talento, expuesto en un sin número de telenovelas mexicanas, portadas de revistas, campañas publicitarias y películas de 'crossover' como Chasing Papi, Bella y su más reciente largometraje Little Boy (El Gran Pequeño), película estadounidense producida por el propio actor que narra la historia de un niño que está dispuesto a hacer lo que sea para llevar a su padre a casa con vida desde la Segunda Guerra Mundial.

 

“He aprendido a asumir mi responsabilidad como actor y como imagen pública. He pensado que en los proyectos que me involucraba iba a afectar a las personas, sobre todo a los jóvenes que tienden a imitar lo que ven en el cine o en la televisión, porque los medios de comunicación son los que hoy día están educando a los jóvenes; sin embargo, utilizados correctamente pueden hacer mucho bien a la sociedad. Me di cuenta de ese poder de influenciar a las personas. Los latinos hemos sido estereotipados en el cine y la televisión como una sociedad reducida a un objeto sexual o personas de poco valor. Quiero dignificar el poder de los latinos por medio del arte que tiene el poder de sanar, terminar las divisiones y elevar el intelecto de la audiencia”, señala.

 

El cineasta se define además como “una persona extremista” por eso defiende la disciplinada con que ha logrado mantener su abstinencia sexual por 13 años. “Me ha costado mucho trabajo pero estoy convencido que el sexo es sagrado, es un regalo de Dios por lo que tenemos que conservarlo, cuidarlo para poder compartirlo con la persona más importante de nuestras vidas”, dice recalcando su arrepentimiento de sus infidelidades y heridas hacia muchas mujeres. “Si voy a vivir de acuerdo a la regla de oro tengo que tratar a los demás como me gustaría ser tratado. Yo alguna vez rompí esas reglas”.

 

El actor menciona que su disciplina de vida tampoco incluye la masturbación, “Controlo mis pasiones con la razón. Aunque muchos amigos me decían a que el sexo es una necesidad física. ¡Yo aún no me he muerto por no tener sexo! Para mí necesidades físicas son el respirar porque si no respiramos te mueres, comer porque si no comes te mueres, ahorita aún no he escuchado que alguien ha muerto por abstinencia, eso es un deseo, un deseo muy fuerte que se puede controlar con la razón”.

 

Todo lo que vale la pena merece sacrificio y disciplina por lo que el actor ha trabajado muchos años de esfuerzo y dedicación antes de lograr el triunfo, tanto profesional como personal. “No vuelvo jamás a trabajar en ningún proyecto que ofenda mi fe, mi familia, ni a mi comunidad hispana. Después de tenerlo todo, estuve cuatro años sin trabajo porque las ofertas que me llegaban contradecían la promesa que me hice. Lo perdí todo, mi cuenta de banco quedó en $0”, explica este galán de muchas revelando que cada día le pide a Dios que lo ayude a ser más humilde y a vivir el mejor momento de su vida, que según él es “ahorita”, el presente.

 

“Si me quitas a Dios como centro de mi vida, yo me colapso. Voy al gimnasio del alma para crear una vida virtuosa”, concluyó.

 

 

Trailer de la película Little Boy, dirigida por el ganador del premio del Instituto Smithsonian, Alejandro Monteverde, con un guión de Monteverde y Pepe Portillo. Producción ejecutiva de Roma Downey y Mark Burnett (Touched By an Angel, Survivor y The Biblefame) y producida por el propio Verástegui junto a Severino, Alejandro Monteverde, Emilio Azcárraga, Bernardo Gómez, Micky O'Hare y Sean Wolfington.

 

La película, una experiencia cinematográfica para todas las edades, también cuenta con un reparto de estrellas como los actores nominados al Oscar® Emily Watson y Tom Wilkinson, Ben Chaplin, Michael Rapaport, Cary-Hiroyuki Tagawa, Ted Levine, David Henrie, Eduardo Verastegui y el niño Jakob Salvati, actor principal del filme.

“¡Estaba

encerrado

en un

Yo, Yo, Yo!

Una burbuja

donde lo que

reinaba

era la vanidad,

la soberbia

y el egoísmo.

Mi ego

me estaba

matando”.

FAMOSOS - Entrevista 

Por Annietere R. Bonnet 

Foto Sony US Latin
bottom of page