ENTREVISTA EXCLUSIVA: 

Jazz Jennings, “¡Soy una niña en un cuerpo de niño!”

Por Annietere R. Bonnet para Real Influencers

 

No soy asidua a ver la televisión popular y mucho menos de los reality shows "tradicionales”, sin embargo, a veces me siento atraída por lo que es diferente y original. Este es el caso de I Am Jazz (Soy Jazz), una realidad diferente en el que se expone el estilo de vida de una niña que nació en un cuerpo que no representaba su realidad interna.

 

Cuando apenas comenzaba a articular palabras ya Jazz manifestaba su verdadera personalidad. “Mamá cuando va a venir el hada buena a cambiar mi pene por una vagina con su varita mágica”, preguntó a su madre a sus 2 años de edad.

 

“Eso me hizo muy confundida”, confiesa Jeanette Jenning. “Tener a este niño de dos años diciéndome cosas como, “soy una niña”. Pensaba que mi hijo no era “normal”. Luego, comenzar a olvidarme que tenía un pequeñito, fue muy difícil. Hubo días que lloré mucho, fue muy duro”, asegura esta madre de cuatro adolescentes.

 

A los tres años Jeanette se vio en la necesidad de obligar a Jazz a ir a la escuela vestida de niño. “La escuela no me permitía vestirla de mujer y yo tampoco estaba lista. Dejar que mi hijo de tres años vistiera como niña para ir a la escuela, era algo inconcebible”. A pesar de la confusión y su lucha interna, la señora Jenning tomó lo que al parecer ha sido la decisión más importante y difícil de su vida.

 

El día llegó cuando su pequeñito se le acercó y le dijo, “Mamá, ¿puedes peinarme con dos coletas?” Esa sonrisa que reflejaba al mirarse al espejo y decirle, “Mamá te amo y amo mi cabello, soy feliz”, la hizo reaccionar. “En ese momento me di cuenta y le dije, está bien, haré lo que sea para hacerte feliz”, recuerda Jeanette.

 

Para Greg, el padre de Jazz, también fue muy difícil aceptar la realidad. “Antes de que Jazz su nombre de nacimiento era Jared”, dice. “Cuando oí que teníamos un niño estaba muy emocionado, me encantaba la idea de tener a mis chicos y poder lanzarle pelotas de fútbol. Viví momentos de negación. Probablemente, pensaba que eso sería sólo una etapa en su desarrollo”, confiesa.

 

La verdad es que aquella etapa se convirtió en una realidad para estos padres quienes antes de Jazz tenían una hija y dos varones gemelos. A los 5 años los Jennings decidieron identificar abiertamente a Jazz por su género tras un diagnóstico de “desorden de identidad de género”, un término considerado como estigmatizante por especialistas de la salud mental y que fue eliminado del manual de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría en el 2012.

 

La historia de Jazz salió a la luz pública en el 2007 cuando fue entrevistada por Barbara Walters en su programa 20/20. En ese momento se convirtió en la persona más joven en ventilar públicamente su disforia de género. Aquella inocencia despertó un avivamiento hacia esta condición, poco comentada, para la “sociedad”.

 

Hoy en día, Jazz es una adolescente feliz, “Soy futbolista y artista. Me gusta pensar que soy divertida y me gusta salir con mis amigos. También, soy transgénero y estoy orgullosa de ello”, confiesa esta chica quien además es amante del dibujo, de la costura, cotizada vloguera, co-fundadora de TransKids Purple Rainbow Foundation que ayuda a los jóvenes transgénero y fundadora de Purple Rainbow Tails, una compañía de moda que fabrica colas de sirenas para recaudar fondos para niños transgéneros.

 

“Cuando tenía tres años me llevaron al médico. Ella me mostró dos muñecos, uno hombre y otro mujer, cada uno con sus partes reproductivas. Me preguntó, ¿cuál de los dos tienes tú?, y yo apunté al muñeco. Luego me dijo, ¿cuál quieres ser?, yo señalé la muñeca”, recuerda esta activista y portavoz de los transgéneros.

 

Jazz comenzó un tratamiento de bloqueo de hormonas hace cerca de cuatro años. Una transición que necesita un gran equipo médico para evitar que el cuerpo comience la pubertad a toda costa. En su caso también se ha iniciado un proceso de administrar estrógeno gradualmente porque si sus niveles de testosterona son muy altos ella puede desarrollar características masculinas como vellos, un tono de voz aguda o la manzana de Adán, algo que para ella sería “aterrador”. Según su médico, Jazz es 100% una niña.