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ESTILO DE VIDA 

¿Se convirtió tu mascota en tu hijo (a)?

Cinco señales que te delatan

Por Annietere R. Bonnet para Real Influencers

 

Es cierto que el amor y cariño hacia un hijo es único e incomparable en la vida. Sin embargo, hay algunas ocasiones en la que nos encariñamos tanto con nuestras mascotas que las tratamos como si realmente fuera nuestro hijo o hija.

 

Según los expertos la humanización de las mascotas es un error, que puede acarrear problemas de conducta en ellos, que deriven en dificultades en la convivencia, pero en otras facetas se parecen más a nosotros de lo que creemos.

 

Con el tiempo, llegamos a conocer cómo sienten y actúan porque ellos son como nosotros en muchos aspectos y, a menudo, superan nuestras expectativas, con su sentido de la amistad y la fidelidad. Se convierten en nuestros mejores amigos.

 

Es por eso – y me incluyo – que muchos obviamos las recomendaciones de estos profesionales y los convertimos en un miembro más de nuestra familia.

 

Entérate si te has convertido en padre o madre de una mascota, aquí algunas señales con las que te puedes dar cuenta que tu mascota es más que eso:

 

La llevas a todos lados: Si estás cocinando en casa y te das cuenta que debes ir a la tienda a comprar algo que te falta, y sin dudarlo, llevas a tu mascota, es porque no puedes hacer nada sin él o ella. Ya es parte de ti.

 

La incluyes siempre en las vacaciones: Existen momentos en los que planeas irte de vacaciones a algún lugar, y al momento de pensar en cada detalle, siempre incluyes a tu mascota. Sin dudas, no te imaginas viajando a algún destino sin incluirla.

 

Comparten la cama: Una forma de saber que tu mascota se ha vuelto parte de ti, es cuando comparten la cama diariamente y hasta las siestas las hacen juntos. Si eres alérgico, evítalo.

 

Te preocupas por cada detalle: Si estás todo el día pendiente de que a tu mascota no le falte nada, es que la tratas como a tu hijo(a). No sólo basta con darle, agua o comida, te preocupas por si tiene frío o si estará cómoda en su cama.

 

Le compras todo lo que le puede gustar: Si pasas por una tienda de mascotas y no puedes evitar comprarle cada juguete o cada prenda de vestir con la que pueda pasar un buen momento, es que tratas a tu mascota como tu hijo.

 

Yo, acepto que tengo dos “nenas” en mi casa… y como dice el refrán popular: “Mientras más conozco a las personas más quiero a mis perras”.

 

 

Si consientes a tu mascota como si fuera un niño, duermes con ella, le compras ropa o juguetes,

te preocupas por darle un menú especial cada día,

la incluyes en tus vacaciones o en tus eventos sociales, definitivamente la consideras un hijo (a).

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