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TECNOLOGíA
Papá, ¿sabes quién está cuidando a tus hijos?
No dejes que la tecnología los hipnotice, ponte al día.
Por Rubén Colón-Román
Este escrito está dirigido a los padres de niños y jóvenes de la nueva generación. Especialmente, o específicamente, para los mayorcitos de 40+. Los que se criaron cuando no habían celulares, no había Internet. En la era en que te dejaban usar la calculadora en las clases de cálculo – eso debió haber sido la razón por la cual me colgué tres veces en esa clase – cuando había que usar las tablas de las últimas páginas del libro y la profesora quería que le escribieras los cómputos completos no el resultado. Lo más avanzado que había era una maravilla de aparato del que podías enviar mensajes, fotos, toda clase de documentos usando la línea telefónica, se llamaba el fax.
Ahí empezaron a salir las microcomputadoras, pero esa generación no le puso mucha atención a aprender esa nueva tecnología. Llega la Ley de Moore (Gordon Moore fundador de Intel) estableció que la tecnología se duplicaba en poder, velocidad, almacenamiento y miniaturización, el doble cada dieciocho meses.
Eso quiere decir que cada dieciocho meses, los microprocesadores y aparatos digitales, se hacen más pequeños, más rápidos, con más capacidad y más poder, el doble cada dieciocho meses. Los programas de computadoras cada doce meses y hasta menos. Estás aprendiendo el Windows 8 y a los dos meses sale el Windows 8.1, que cambia las cosas de sitio. El iPhone cambian el OS a cada rato. Para resumir, la tecnología y los avances científicos van a una velocidad muchísimo mayor a la cual los usuarios pueden aprender.
¿Cuál es el punto de este cuento?
Bueno, cada vez que me encuentro con algún amigo o amiga de los que mencioné arriba, con hijos jóvenes y algunos con niños pequeños, me contestan que no tienen cuentas en Facebook ni Twitter. La mayoría me dicen, “Ah yo no entiendo na’ de eso. Mi hijo es el que sabe bregar, yo no sé nada más que prenderla y darle clic a los ‘likes’, pero más na’”.
La mayoría no se preocupan por aprender o no aprender, estudiar, porque claro son profesionales y tienen otros trabajos. Tienen gente que le hace los trabajos en la computadora, no les hace falta. Dicen, “El hijo mío es el que sabe buscar cosas en eBay y esos sitios, yo no sé cómo es.”, o “El nieto mío es el que sabe cómo hacer tal cosa.”
Esto quiere decir que hay un abismo generacional ahora que es más grave de lo que muchos piensan. Tú no estás criando a tus hijos, los están criando los desarrolladores de nuevas tecnologías. Creadores de nuevos programas y aplicaciones, desarrolladores de sitios sociales como Facebook e Instagram.
La gente que desarrolla cosas nuevas y que le llegan a tus hijos cada dieciocho meses, son los que están criando tu familia, sólo porque tú eres “de otra época” y no te hace falta aprender sobre las nuevas tecnologías que están cambiando al mundo como lo conocemos y que son tan sutiles y graduales que tú no te das ni cuenta.
Tus hijos están siendo criados por gente que no necesariamente está pensando en que el usuario sea una mejor persona, un mejor ser humano. Tus hijos están siendo criados por gente que lo que quieren es dinero, poder y fama. Todos estos “nerdos”, quieren ser los próximos Steve Jobs, Bill Gates o Mark Zuckerberg. Todos estos “genios” de la tecnología que se pasan desarrollando cosas nuevas, no están interesados en que tus hijos salgan al parque a jugar, están interesados en que tus hijos utilicen el programa que ellos hicieron que te dan puntos por violar a una mujer y tirarla en un terreno baldío ó 1,000 puntos si coges un viejito y le das una pela para quitarle $20 (eso es Grand Theft Auto).
Papá o mamá, si no te pones al día, si no te actualizas – y estás criando niños o jóvenes que todavía no tienen mayoría de edad – tienes que borrar esa frase de, “Yo no sé na de eso, yo lo que se es prenderla”.
Ponte al día, aprende cómo moverte y utilizar la tecnología como la usan tus hijos, toma ventaja de eso. Si no le pones interés y no te da con aprender qué hace tu hijo y qué sitios visita en el Internet cuando está junto a ti en el cuarto familiar o cuando le estás hablando, pero él tiene el teléfono en la mano que vas a esperar. Quizás esté metido en un sitio de terroristas y diciéndote, “Si mami, te quiero mucho”, y tú pensando, “¡Ay, tan bello mi hijo!”.
No se confíen de la tecnología. Con educación puedes supervisarlos y saber que están haciendo. No dejes que otros críen, o mejor dicho, hipnoticen a tus hijos.