Llévalo a las nubes acariciándole sus genitales

Conviértete en una experta acariciendo las partes sensibles de tu pareja

Por Annietere R. Bonnet para Real Influencers

 

Hacer disfrutar a tu pareja es una de las misiones primordiales durante el sexo. Al igual que nosotras, a ellos les encanta que conozcamos las zonas donde experimentan mayor placer. Dale tiempo a tu pareja para que pueda llegar al clímax de una manera excepcional.

 

A menudo, como la erección se produce en el miembro masculino, olvidamos que las sensaciones tienen lugar en áreas como la parte interna de las piernas. Calentar el ambiente es el preámbulo para que la pasen genial. Antes de empezar debes tomar en cuenta que todo inicia desde un beso apasionado. Cuando ambos se complementan, el deseo incrementa a tal punto que llega a ser imparable. Otras zonas del cuerpo juegan un papel súper importante en esa búsqueda de ponerle un calor especial al momento.

 

Empieza por lo siguiente:

 

Orejas: Las orejas son una de las partes del cuerpo más receptivas a cualquier sensación. Y aún más si somos nosotras las encargadas de acariciarlas. Ayúdate con la parte de atrás de los dedos o bien pasa tu lengua por el lóbulo. Susurrar en su oído hará que sus sensaciones se despierten.

 

Cuello: La piel de esta zona es de las más delicadas y sensibles, por lo tanto producen excitación. Estimula con masajes, con la lengua y besos levemente mojados.

 

Pecho y pezones: Hazle masajes, dale besos, pellizcos y algunos mordiscos suaves.

 

Muslos: En la parte interior de las piernas existe mucha sensibilidad. Coloca tus manos ahí cerca de sus genitales y aplica un poco de tu imaginación para llevarlo al punto máximo. Acercar tus pechos, utiliza crema chantillí o chocolate son excelentes ideas.

 

Espalda: Aplícarle cremas y aceites aromatizados con la yema de tus dedos.

 

Pene: En el pene encontramos varias partes que hacen a los hombres sentir un placer enorme. En el glande, la cabeza del pene, encontrarás terminaciones nerviosas; por lo tanto, con solo tener contacto con tu lengua… se encenderá.

 

Punto F: Es uno de los lados del pene. Justo debajo del glande hay una línea muy fina que se llama frenillo. Aunque muchas de nosotras tocamos ese punto, la verdad es que ignoramos la sensación que provoca en ellos cuando lo hacemos. Asegúrate de colocar tus dedos en esa zona. Cuando tengas tu boca encima de su pene, haz los movimientos de forma simultánea con tus manos para así rozar el punto F. Durante el coito las mejores posiciones son el misionero o el perrito. Él tendrá la posibilidad de que su frenillo consiga la máxima fricción.

 

Testículos: ¿Has notado que cuando estimulas los testículos de tu chico se retuerce de placer? La lengua y los dedos son las herramientas más útiles. No seas egoísta, déjale saber cuánto lo disfrutas. El contacto visual siempre es primordial, de esta manera él se dará cuenta de cuánto te excitas al estar con él.

 

Ahora estas lista para llevarlo a ese viaje de placer infinita.