Berenjenas a la parmesana

Por Annietere R. Bonnet para Real Influencers

 

Si quieres un plato rico, bajo en calorías y fácil de preparar, la berenjena debe ser tu selección. Hoy te vamos a enseñar cómo prepararla "a la parmesana", un buen sustituto para los amantes de la lasagna que no quieran consumir pasta. Nuestra receta es para 4 personas.

 

Ingredientes:

 

3 berenjenas medianas con la piel limpia y firme

1 tazón de salsa de tomate casera, preparada con un buen sofrito hecho en casa

Queso parmesano rallado, busca el queso bajo en sodio y grasa

Queso mozzarella (puede ser rallado o en rodajas), busca el de menor grasa y sodio

Sal (recomendamos la sal marina)

1 huevo y un chorrito de leche

Aceite de oliva virgen extra

Unas hojas de albahaca fresca (opcional)

 

Preparación: 

 

1. Precalentamos el horno a 300ºF.

2. Cortamos las berenjenas limpias pero sin pelar en rodajas de aproximadamente 1/4 de pulgada.

3. Las dejamos en un colador espolvoreadas con sal durante 20 minutos para que suelten líquido y no amarguen. Después se secan con papel de cocina.

4. Asamos las rodajas de berenjena en una sartén con un poco de aceite de oliva por los dos lados hasta que se cuezan y estén ligeramente doradas. Las vamos colocando sobre papel absorbente.

5. En una fuente de horno ponemos un fondo de salsa de tomate, encima colocamos ordenadamente una capa de rebanadas de berenjena y cubrimos con parmesano rallado y luego con la mozzarella. Podemos añadir en este momento unas hojas de albahaca. Seguimos con berenjena, tomate, queso y terminamos con berenjena.

6. Batimos un huevo con un chorrito de leche y mezclamos con lo que nos quede de queso rallado. Con esta mezcla cubrimos la última capa de berenjena y metemos al horno, con calor por arriba y abajo, hasta que veamos que la superficie ha dorado y el queso se ha derretido por igual.

7. Serán necesarios unos 15-20 minutos. Servir caliente.

 

Esta receta de berenjenas a la parmesana es un clásico de la cocina italiana. Hay muchas variantes de la receta. En algunas se fríe la berenjena en lugar de asarla, pero yo prefiero esta versión porque es más ligera. Puedes eliminar el huevo y gratinar sólo con queso. Si estás contando calorías vigila el tipo de queso que seleccionas y haz una salsa de tomate casera y ligera. Las hierbas y especias que selecciones para hacer tu salsa ayudarán a realzar el sabor.

 

Bon Appétit!!!