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TECNOLOGíA
10 cosas locas que seguimos haciendo con nuestros Smartphones
Por Rubén Colón-Román
Los teléfonos se están volviendo más y más "inteligentes", pero nosotros los humanos nos hemos quedado estancados. El cerebro humano sigue siendo del mismo tamaño con la misma capacidad. Es más, si te fijas en la mayoría de las cosas que postea la gente, te das cuenta que en vez aprovechar la calidad de alta definición de las cámaras de los celulares, la velocidad que tenemos ahora disponible para navegar en Internet y la enorme variedad de apps que tenemos a nuestra disposición, seguimos posteando y haciendo las mismas tonterías que cuando empezamos a adentrarnos en este mundo cibernético. Eso de "evolucionar" pasó con varias especies según Charles Darwin pero con los humanos aparentemente se estancó.
Aquí hay 10 de esas tonterías que llevamos tiempo haciendo en el mundo cibernético y que no han cambiado:
Resolver problemas por mensajes de texto: La humanidad decidió que debido al desarrollo tecnológico en lugar de hablar frente a frente, o incluso hacer una llamada, es una mejor idea descargar su furia por medio de mensajes. Por más cómodo que sea enviar un texto, te pierdes de dos cosas muy importantes: contexto y tono, entonces las cosas nada más se ponen peor. En lugar de estar mandando mensajes de odio, mantente en calma y busca un momento más propicio para hablar sobre el conflicto.
Obseso de "selfies": Uno de los peores días de la historia podría bien ser el invento de las cámaras al frente de las pantallas. Porque eso le dio el poder a los obsesionados del retrato de tomarse aún más fotos de lo normal. “Yo con mis amigos”, “Yo tomando café”, “Yo con mis zapatos nuevos”, “Yo tomando tequila”. Ojalá se inventaran una aplicación que bloquee la necesidad de estas personas por documentar cada paso que dan. Es peor, si además, tienden a mandarle besos a la cámara en cada flashazo. ¡Esto tiene que parar!
Tomarle fotos a su comida: Pasteles, alcapurrias, helado, pollo, sándwiches, platillos recién llegados, ya mordisqueados, caseros o en restaurantes, las cuentas de Instagram están plagadas de comida. La comida es rica y en un montón de ocasiones hasta bonita, pero tantas fotos ya son un cliché de nuevo siglo.
Grabar o tomar fotos en los conciertos: Eso de cambiar los encendedores por las pantallas de celular es medio charro. Ahora, cambiaron sus ojos y su memoria por las pantallas de su Smartphone. Es sumamente molesto para el que está atrás de ti, tener que ver un concierto a través de una pantallita. Además ¿para qué? Las fotos resultantes no tienen nada de calidad y los videos menos, se ven y se oyen bastante mal. Al día siguiente, lo más seguro estará el concierto entero en YouTube y grabado por un profesional de verdad. ¿Cuál es el punto?
Usar tu Smartphone para oír música con las nuevas bocinas mini en vez de con audífonos: Todos sabemos que los teléfonos de ahora pueden grabar miles de canciones pero, ¿por qué tratar de hacerte el más ‘cool’ usando esas bocinas en sitios públicos? Especialmente si es reggaetón!!!
Usar tu Smartphone en el elevador: Tu estancia dentro del elevador es de alrededor de cinco minutos al día, eso es una exageración y es completamente falto de lógica: las llamadas no salen o se cortan, los mensajes no se envían, las redes sociales no se actualizan y terminar un juego requiere más tiempo. Entonces, te pones a gritar dentro del elevador como si eso fuera a hacer que la persona que estás llamando te fuera a oír mejor. “Mira, no hay señal!!!”, “¿Qué no entiendes?”
Tomar videos verticales: Cada vez que haces un video desde tu Smartphone de forma vertical, este va a verse de lado. Ahora repítelo tres veces y no lo vuelvas a hacer y mira un video educativo para que entiendas de una vez por todas que lo único que hace eso es darle dolor de cuello al que lo está mirando.
Jugar con tu Smartphone mientras caminas: No porque no vayas a bordo de cuatro ruedas quiere decir que es aceptable que vayas mirando tu celular mientras vas en movimiento. Caminar distraído puede ser tan peligroso como manejar. Además, ¿qué es tan importante? ¿Ver el tweet de tu amigo el chistoso o la foto en la que te etiquetaron en Facebook? o que ensucies tus tenis nuevos porque no te diste cuenta del bache que había al frente.
Sentarte en tu Smartphone: ¿Cuánto tiempo llevamos usando celulares? Más de 10 años seguro. ¿Entonces por qué no hemos aprendido a guardar nuestros aparatos lejos de los bolsillos traseros de los pantalones? O, mejor aún ¿a bloquear la pantalla? Es sumamente molesto que tu nombre empiece con A y como eres el primer contacto de tu amigo Chucho, te llame todo el tiempo por error. O recibir mensajes de texto ininteligibles, producto de tus nalgas!
Tener el celular con notificaciones a todo volumen en la iglesia: Aunque cada quien tiene sus prioridades, que a pesar de las opiniones de cada quien, no son cuestionables, definitivamente hay momentos para tenerlas. Es decir, estar esperando un mensaje del chico o chica que te gusta en un sermón o una misa no es el comportamiento más religioso. Romeo o Julieta se pueden manifestar en silencio o saliendo de la iglesia, mientras estás dentro quítale el volumen a tus notificaciones.